Mi historia en este camino
Mi practica de Yoga comenzó a los 8 años con las enseñanzas de mi abuela materna, quien en ese momento tomaba clases de Yoga en el centro de Sivananda Yoga.
Ella me enseño distintas posturas, el Loto, paro de cabeza entre otras y ya en ese momento me explico los beneficios de esta practica y me dijo que no debía dejar de hacerla para mantener mi cuerpo sano. Guardo recuerdos maravillosos de mi abuela y las rondas de cuentos e historias de la biblia, las mil y una noches, etc, que solía contarnos a todos sus nietos.
Desde chica amo la lectura. Otro recuerdo muy hermoso que tengo es de mi Tía Maria del Carmen Brion, la hermana mayor de mi mamá, quien un día a los 12 años me pregunto que quería que me regale para mi cumpleaños, y yo le pedí un libro de acerca de la vida. Ella tuvo el mejor de los aciertos al regalarme el arte de amar de Erik From.
A los 15 años mis preguntas acerca de la vida y su significado iban creciendo. Y comencé a leer mucho, Los primeros libros y mas significativos que aun sigo consultando son los de Carlos Castaneda y su aprendizaje con Don Juan, un Indio Yaqui de sonora mexico. Fascinante era el mundo en el que mi imaginación volaba en ese entonces con la intensión de lograr ese camino en mi vida. Sostener esto a esa edad y en mi entorno era enormemente difícil, la búsqueda de la magia parecía estar prohibida para algunas de las personas que mayor influencia tenían en mi, el mundo me fue presentado como un lugar duro, peligroso, lleno de limitaciones y donde el único ámbito valorable para progresar era el económico. Pero seguí, me independice, mi espíritu marcaba claramente donde estaba mi felicidad, sin este camino personal que estaba buscando no podía encontrar otro motivo para existir. Un mundo sin magia, no era un mundo donde yo pudiera vivir.
Y así fui caminando, entre lecturas, Amado Nervo, El Kybalion, libros que iba encontrando en mi casa en la biblioteca de mi mama, mi gran disfrute del bienestar físico, del dibujo, la estética, la naturaleza, los animales. Un día encontré misteriosamente un libro de Indra Devi entre algunos libros que tenia mi papa. En este libro encontré que el yoga tocaba muchos puntos que eran de mi interés, el ejercicio con el cuerpo, la vida interior, el cuidado de los animales y la filosofía, era coherente con mi búsqueda. Y los 18 años quise viajar sola, tenia que elejir una profesión y en las opciones no estaba bellas artes, pero era claro que nada demasiado lejos iba a ser posible. En ese viaje me di cuenta que disfrutaba enormemente el silencio, la soledad, que me abría el espacio interno y me permitía escucharme y la lectura me facilitaba miles de mundos posibles. Cuando volví me anote en la fundación Indra Devi y comencé el Intructorado de Yoga en el año 1997.
En el año 1999 comencé a dar clases de Yoga con el método de Indra Devi.
La fundación Indra Devi nos permitió dar clases en distintas sedes con la supervision de nuestros profesores y en la cárcel de mujeres de ezeiza como parte de nuestra formación. Agradezco mucho todo lo aprendido en la fundación.
En el año 2000 al terminar mi Instructorado de Yoga segui con mucha curiosidad, característica que mantengo hasta el día de hoy, y eso me llevo a querer conocer y practicar todas las lineas de yoga que derivaron de las enseñanzas de Krishnamacharya.
Tome por poco tiempo clases del método Iyengar con Marina Chaselon. Y a la par conocí a Valeria Lemos, mi maestra de Ashtanga Vinyasa Yoga. El primer día de practica con ella me emocione profundamente, empezaron a caer lagrimas de mis ojos, ella es un ser lleno de luz, linda, joven, amorosa, super dedicada y detallista con las enseñanzas. era todo lo que yo quería ser. Practique con ella unos años hasta que se fue a vivir a Brasil y me dejo algunos de sus alumnos para que les enseñara. Y así empece a dar clases de Ashtanga Yoga.
Comencé a estudiar Counseling Psicocorporal y en esta maravillosa escuela tome conciencia de un cuidado y escucha mayor hacia el cuerpo, mente y emociones. A la practica de las posturas se le sumo una atenta escucha interna. Y me di cuenta también que la practica de Ashtanga estaba bien para mi a esa edad pero que no era algo para todo el mundo y yo quería poder darles las herramientas del yoga a gente de cualquier edad y estado de salud.
Y así conocí el método de Krishnamacharya. me entere que el que después fue mi maestro de Yoga iba a traer su maestro a argentina. Y este maestro era Kaustub desikachar, nieto de Krishnamacharya. La vida se completo al conocer la ultima escuela que me faltaba, la tradición directa de Krishnamacharya. Todos los cuidados del counseling psicocorporal estaban íntimamente relacionados con estas enseñanzas. La vida me marcaba claramente los principios a seguir.
Tome seminarios de la linea de Krishnamacharia, me recibí de profesora de Yoga de Krishnamacharya junto con la primer camada de profesores de esta linea en argentina. Seguí tomando clases con mi maestro Juan Pablo Martin y tomando seminarios con la familia Desikachar (Hijo de Krishnamacharya). Fui a India a estudiar en el krishnamacharia yoga mandiram y allí me entere que Krishnamacharya había tenido otro discípulo indio que estuvo estudiando con el en sus últimos 30 años de vida, y obviamente lo quise conocer. El maestro Mohan, nos invito a su casa y realmente abrió las puertas de su corazón. Me quede muy impresionada con el, con su calidez, simplicidad y humildad. Se abrió una nueva búsqueda.
Desde ese momento abandone totalmente los otros métodos de enseñanza ya que este llego a completarme mucho mas y realmente comencé a experimentar el silencio interior y a tomar conciencia de mi observador interno. Ademas a nivel físico y de la respiración mis logros fueron mucho mas que con cualquiera de los otros métodos que había practicado y de una forma mas armoniosa, natural y sin esfuerzo, solo con disciplina e intensión. Esta escuela me dio muchisimas herramientas para trabajar a nivel terapéutico con personas de todo tipo, con o sin limitaciones físicas y fue mucho mas profundo e integrado el aprendizaje que con lo que había hecho hasta ahora. O por lo menos así lo sentí yo en ese momento.
Después de unos años mi amiga Sofia Palazon me propone ir a India para seguir estudiando. y fuimos por lo terapéutico esta vez, tomamos seminario con la familia Mohan de Yoga Terapia y con el Dr.NC ex profesor del krishnamacharia yoga mandiram.
Me di cuenta que no podía tener clases grupales donde todos hicieran lo mismo. Y entonces comencé a dividir las clases en Introductorias, intermedias I y II. Esto realmente me fue ordenando y dándole mas coherencia a lo que el yoga es realmente, un camino que con paciencia y la guía apropiada puede permitirnos descubrir un universo totalmente distinto. Nos permite conocer cada parte de nosotros mismos, integrarla, cuidarla y desarrollarla de una manera que uno ni se imagina. Esta empezó a ser mi intensión en las clases.
Y lo que hasta ese entonces tenia pendiente, la Osteopatia fluido energética de Ana Callone, como una perla de conocimiento, que sabia que tenia que tomar en el momento adecuada, ya que las horas de estudio eran muchas y requeriría toda mi atención y presencia. con mucho gusto me recibí de Osteopata fluido energetica y las posibilidades de brindarle a las personas un punto de apoyo estable donde ellas a través de su propia toma de conciencia pudieran liberarse de sus sufrimientos llego a ser parte de mi. Mi conciencia corporal aumento enormemente, ya la relación entre pensamiento y tensiones físicas, eran bien claras en mi, con un detalle que no sabia que era posible lograr. El descubrimiento de que tenemos tal capacidad ya no es solo un concepto intelectual. Ya es un vivir día a día volviendo a la fuente, ya se que la vida presenta tensiones constantes y se que la practica de Yoga junto con las sesiones de osteopatia son el paraíso que me vuelve a traer al centro, a purusha, al ser.
Agradezco de todo corazón a todos los maestros
que me fueron guiando para llegar a ser quien soy
Agradezco a mi espíritu por darme la claridad del discernimiento
Y agradezco de todo corazón a todos los maestros que encuentro cada día, cada segundo, en cada respiración.
Muchas gracias al universo por estar acá y poder compartir todos esto con ustedes.
Gracias
Namaste